Algunas Lecciones Aprendidas (Parte 1)

Puede parecer que las enseñanzas publicadas aquí se dieron en un contexto negativo, sin embargo, he aprendido algo desde hace ya muchos años: Dios usa toda situación para confirmar lo que me ha permitido aprender en el pasado, para enseñarme nuevas lecciones (nuevas para mí) y para advertirme de errores míos y de otros en cuanto a lo que es su voluntad expresada en su Palabra.

Dicho lo anterior, aclaro que todo el contenido de esta serie, es realmente un breve resumen de varios temas que he podido observar a lo largo de varios años y que estoy convencido que es necesario dejar aquí como referencia. En cada una de las "lecciones aprendidas", sé que podría haber sido yo quien cayera o bien, podría caer algún día y por lo tanto es imprescindible para mí estar alerta como dice la Escritura: velando y orando. También estoy consciente de que, en cualquier iglesia que estas cosas sucedan, hay necesidad de arrepentimiento y restauración. Le pido a Jehová Dios me de la humildad sabiduría y discernimiento para entender cuando, pensando estar firme, esté en riesgo inminente de caer y deshonrar a mi Señor. Oro por que el Señor te conceda lo mismo y puedas tomar las lecciones aquí documentadas, como fuente de advertencia, si no de exhortación.

—David Franco, Marzo 18, 2012

Para cada breve lección, hay dos partes: la primera parte ("Observación") es mi observación respecto de lo que algunos dan como establecido y correcto y que debe ser aceptado por todos en cuanto a la actuación de ellos. La segunda parte ("Pero la Palabra enseña"), es lo que he podido confirmar en la Palabra de Dios respecto del error de estas prácticas o pensamientos.


Lección 1

Observación: De las tradiciones y costumbres
Las tradiciones denominacionales no deben ser cuestionadas y mucho menos modificadas, es pecado... Aunque Dios a través de su palabra indique algo diferente.



Pero la Palabra enseña:
Debemos cuidarnos de no ser como los que buscan cumplir las tradiciones a rajatabla1. Debemos ser humildes2 y reconocer cuando algo no cuadra con la Palabra de Dios o cuando algo que se propone sí cuadra con ella. Dios nos pide que no seamos sabios en nuestra propia opinión3. Así pues, busquemos las respuestas, aún en asuntos administrativos, desde la perspectiva de Dios, y no desde la perspectiva humana.

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1 "Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 'Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres'" (Mateo 15:1-9).

2 "Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión" (Romanos 12:16).

3 "No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal" (Proverbios 3:7).
"Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión" (Proverbios 26:5).
"¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él" (Proverbios 26:12).


Lección 2

Observación: De la autoridad temporal recibida
Quien, sea por voluntad de la mayoría en una asamblea o por otra vía, tenga la palabra para conducir, dirigir o moderar una reunión, puede hacer uso de esta atribución o autoridad, sea temporal o permanente, para avanzar su agenda personal y atacar, denostar, pisotear y minimizar la opinión y argumentos de aquellos hermanos que difieran de su posición en uno o más temas.



Pero la Palabra enseña:
Toda autoridad, temporal o "permanente" que Dios nos da, sea por un llamado directo de Él o por una asignación de parte de la iglesia (que se supondría es guiada por el Espíritu Santo), es para edificación del cuerpo de Cristo y no para destruirlo; en otras palabras, dicha autoridad o atribución nos es otorgada para que nuestros hermanos crezcan en el carácter de Cristo y no para avanzar nuestra agenda pisoteando a los demás, haciéndoles menos1 (Nota la posición de Pablo al respecto). Las reglas parlamentarias de la asamblea en una iglesia, no deberían suplantar en ninguna manera a las reglas de comportamiento y uso de nuestros dones que encontramos en la Biblia (p.e. Romanos 12, 1 Corintios 13). Un comportamiento así, como el descrito arriba, proviene de un corazón soberbio, altivo y falto de amor el cual, Dios aborrece2.

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1 "Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción" (2 Corintios 10:8a).

2 "Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová" (Números 15:30a).
"Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos" (Proverbios 6:16, 17a).
"Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro" (1 Pedro 1:22).


Lección 3

Observación: De las acusaciones contra los hermanos
Lanzar acusaciones en contra de los hermanos que difieren de nuestra posición y opinión y reiterar dichas acusaciones una y otra vez frente a la iglesia, abiertamente y sin discreción, es válido si estoy convencido de que lo que yo pienso es lo correcto, sin importar si verdaderamente tengo alguna prueba para hacer dichas acusaciones. Así pues, acusar de rebeldía, falta de entendimiento o divisionismo (o todo al mismo tiempo) a uno o más hermanos, basados solamente en la falta de aprecio hacia la persona o en su diferencia con respecto de nuestra opinión, es válido.




Pero la Palabra enseña:
Acusar sin pruebas, es mentir, levantar falso testimonio, y eso es pecado1. "Poner palabras en la boca de alguien" es lo mismo que mentir y levantar falso testimonio. Adicionalmente, la intención final al hacer lo anterior, es manipular. Acusar sin pruebas, directamente desde una posición de autoridad (como dije anteriormente, temporal o "permanente") sin pasar por lo establecido por el mismo Señor Jesús en relación con aclarar y confrontar las ofensas de nuestros hermanos, es violentar la voluntad de Dios respecto del trato a y la disciplina en la iglesia2 y la justicia con que debemos actuar3. Pero hay algo más aquí: esta forma de actuar, siembra discordia en medio de la iglesia. Esto también es grave delante de Dios y debemos evitarlo4.

Nota: Dije "aclarar [...] las ofensas" porque en muchas ocasiones, nos sentimos aludidos y ofendidos sin una razón real. Acusar a la primera, es asumir que siempre tenemos la razón y nos lleva a todo lo que ya comenté en el párrafo anterior.

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1 "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Éxodo 20:16).

2 "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13:34-35).
"Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano" (Mateo 18:15-17).

3 "Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos" (1 Tesalonisenses 5:15).
"No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio" (Juan 7:24).

4 "Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos" (Proverbios 6:16, 19).

[Fin de la Parte 1]

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Imagen original de fondo: Museum Wales